jueves, 10 de julio de 2008

Yanapu (II)


[Pulsa aqui para leer la primera parte]
...
Escúchame pequeño Yanapu, pues un gran tesoro estará en juego encerrado en un cofre de miedos y enterrado bajo la montaña de las dos vidas.

Y así es, el miedo atrapa al tesoro, conocerás el miedo a tantas cosas que no imaginas, el miedo a sufrir, miedo a equivocarte, miedo a no ser libre, miedo a hacer el bien, miedo a la felicidad, miedo al cambio, miedo a perder lo que tienes y a perder lo que no tienes, miedo a morir, miedo al miedo.

Y así es, dos vidas cubren el tesoro ya que tu vida esta dividida, descubrirás que tu mano izquierda esta sucia tras construir mientras tu mano derecha esta manchada por destruir, que tu lengua es viperina y dos son tus voces, que tu mente y tu corazón están luchando dentro de ti y no temen hacer urdimbres y engaños, y que tus pies pisan, cada uno, un río distinto.

Aquí esta el gran enigma: Vivir una vida incompleta manteniendo las dos mitades o vivir una única vida, una existencia completa tras abandonar una de ellas.
Todo esto te lo muestro con una única intención: que puedas decidir, que sea tuya la decisión y que nadie mas que tú sea el que la determine.

Solo un consejo puedo darte, Yanapu:
“Será necesario este momento, no luches contra lo inevitable. Agota tus fuerzas en el único esfuerzo que merecerá la pena hacer: ser uno contigo”

Y una vez que pase ese día notarás que dentro de ti esta la fuerza para vencer tus miedos, pues ambos son hijos de tu corazón y tanto el miedo como la fuerza deben ser cuidados.
Y verás cómo se construye un mundo nuevo, como aparece el amanecer tras la mas oscura de las noches, como la vuelta a la vida de la mariposa tras dejar atrás su ataúd de cera, como el estallido de color de una flor tras abrirse su capullo.

Pero en el fondo de tu ser sabrás perfectamente que nada habrá cambiado, el mundo seguirá siendo el mundo, como la luna continúa siendo luna aunque pase por diferentes formas y el sol seguirá siendo sol aunque este invisible tras aquellas nubes, y el mar seguirá siendo mar más allá de sus mareas... nada cambiará excepto una parte de ti:
tus ojos

Entonces joven Yanapu, y sólo entonces, serás adulto y dejarás de ser el “pequeño Yanapu”. Hasta ese día mas te vale que obedezcas... así que termínate de una vez la sopa, lava bien los platos y ponte con los deberes. ¿De acuerdo, Yanapu?
Emilio

No hay comentarios: