viernes, 25 de julio de 2008

Linda


- ... yo siempre la mantengo encerrada en la cocina, se podría decir que esa es la única parte de la casa a la que ella podría llamar hogar, pero es que me pone negro verla de un lado para otro molestándome, buscando carantoñas, me dura dos ostias, la primera para que aprenda cual es su lugar y la segunda para calmarla cuando abre la boca y que se la ocurra enseñar los dientes...
- Joder, te comprendo perfectamente, si yo tuviera una la trataría igual que tu, la mano dura parece ser lo único que entienden
- La verdad es que si... hay que enseñarlas bien al principio porque si no luego se creen que pueden hacer lo que quieran, lo mejor es que aprendan, desde el primer momento en que la tienes, quien es el que manda en tu casa y que debe respetar cada una de tus ordenes como la puta iglesia obedece a su Papa.
- Así se dice, que no se lleven a engaños, demostrar quien lleva los pantalones, ¿verdad?
- Si, se podría decir así. Pero lo que más me jode, es que cuando la llevas de paseo hay que tenerla atada en corto porque sino se le van los ojos a todos los culos que pasan cerca.
- Si es que todas son unas putas y cuando se juntan no hay quien las aguante
- Ah, yo en eso no tengo problemas, el único momento que la dejo libre es cuando la dejo un rato con sus amigas pero siempre vigilándola por supuesto, no me vaya a preparar alguna.
- Y, ¿hace cuanto que la tienes?
- Pues hará tres años, más o menos
- Ostia... a eso se le llama amor... ¿cómo se llama?
- Ja ja, Linda
- Ja, un precioso nombre... y ¿cuál ha sido la mayor paliza que se ha llevado la preciosa Linda?
- Si, ja ja, la recuerdo perfectamente, se escapó de casa y cuando la encontré, tiritando y agazapada en un callejón, la di tal somanta de palos que la hice comprender que en ningún sitio estaría como en mi hogar. Y ha sido la primera y última vez que me la ha preparado así..
- Joder, la verdad es que en cierta medida te envidio pero no me veo a mi mismo con una.
- ¿Cómo que no?, joder, si te cansas pues la dejas tirada y ya esta, y mientras tanto te hace compañía, que nunca viene mal.
- Ya pero a lo mejor luego te vienen esas instituciones que las protegen y también está la ley... ¿no es un lío cojonudo todo eso?...
- Pero que dices, si mantienes un poco de intimidad nadie se va a enterar, ¿a quién le va a importar que la des de ostias o de cómo la trates a estas alturas de la vida, en esta sociedad nuestra? ... además, tampoco la trato tan mal... y si lo hiciera, por supuesto que ella no va a confesar, jajaja, te lo aseguro... y si eso la cierro la boca y no hay mas que hablar, jajaja.
- Si bueno, tienes toda la razón, no sabes como te envidio... pero la verdad, es que eso de casarme...
- ¿Casarte?
- Si joder, Linda y tu estáis casados, ¿no?
- ¡Pero que dices!, ¡Linda es MI PERRA!
- ¡Ostia!... no jodas, ¡como tratas al pobre animal, tío!. ¡¡¡Eres un puto bestia!!!.
Emilio

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