martes, 21 de agosto de 2018

La red


Tras días intentándolo apagó la pantalla del ordenador. No conseguía contactar con nadie: ni por redes sociales ni por los chats de los juegos que solía frecuentar. Frustrada, se sentó sobre la cama y cogió su móvil. Ningún mensaje, ningún contacto en línea, ninguna subida a las redes.
¿Qué pasaba? Se preguntaba mientras su pie no dejaba de moverse frenéticamente sobre la colcha. ¿Acaso se había caído la red? ¿Podría ser posible que el mundo como lo conocía había dejado de existir? La ansiedad empezó a adueñarse de ella conforme era consciente de que se encontraba aislada, no podía comunicarse con nadie, no podía…no podía respirar…
Se levantó con celeridad y corrió torpemente hacia la ventana para poder alcanzar una brizna de aire. Levantó la persiana y por unos instantes quedó cegada por la luz del sol…era tan diferente de la que se desprendía de su ordenador…
Poco a poco, las formas fueron tomando rasgos definidos y la realidad que se manifestó ante sus ojos la llenó de terror: la calle estaba llena de personas que hablaban entre sí, que reían, que describían sensaciones, que compartían sentimientos, que se miraban a los ojos y se mostraban tal y como eran…
Instintivamente bajó la persiana, se ocultó bajo una manta y comprendió el origen de su miedo: la gente había abrazado la vida en su totalidad, la disfrutaba, interactuaba con ella, la había redescubierto tras años ocultándola tras la red y ella…, ella no tenía amigos, personalidad o vida propia…tan solo un perfil en la red parecía ser testigo y huella de su existencia...
Emaleth

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